Cambio de lunas
Que nada comprometa tu seguridad
En el taller mecánico Mecha Auto disponemos de servicio de cambio de lunas Getafe ante roturas, tanto en turismos como en vehículos industriales pequeños. Siguiendo nuestro compromiso de atención rápida y garantía máxima, proporcionamos este servicio con un tiempo de espera mínimo y un corto plazo de paralización del vehículo. Como apoyo a este servicio de cambio de lunas, puede contar con nuestros vehículos de sustitución sin coste alguno.
Por supuesto, trabajamos con todas las compañías de seguros, y contamos con importantes descuentos si no posee esta cobertura de cambio de lunas. Gestionamos todos los trámites necesarios con tu compañía de seguros, aprovecha nuestro sistema de citas online, envíenos sus necesidades y la hora que mejor le convenga, y tendremos todo preparado para que su tiempo de espera sea sólo el imprescindible.
Todos nuestros repuestos de lunas están correspondientemente homologados según la normativa europea, y como en todas nuestras reparaciones, cuentas con un servicio de postventa gratuito para resolver todas aquellas dudas que puedan surgirte. Como insistimos siempre, no sólo reparamos coches, en taller mecánico Mecha Auto Getafe te asesoramos, valoramos tus necesidades y te damos la respuesta óptima para cada tipo de servicio, con una atención personalizada y con la garantía de que tu vehículo está en las mejores manos. Reparamos coches, pero no olvidamos a sus dueños. Para nosotros ambos son importantes. Si tienes cualquier duda acerca de nuestros servicios, ponemos a tu disposición todos los medios de contacto posibles y toda nuestra atención.
Las lunas son una parte muy importante de tu vehículo. Una luna defectuosa, en mal estado, incluso sin unas condiciones óptimas de limpieza, puede causarte un accidente grave. Por eso ponemos a tu alcance tratamientos antilluvia, limpieza exhaustiva de todos los vehículos que pasan por nuestro taller, revisión de defectos o puntos débiles en lunas (entre otros puntos de control), para que tu vehículo tenga las máximas garantías de seguridad y deje nuestro taller en un estado inmejorable.
Permítenos dejarte algunos consejos y algunas curiosidades sobre tu limpiaparabrisas que te harán conocer mejor esta pieza fundamental de tu coche:
- ¿Sabías que las lunas del automóvil aportan en total el 30% de la resistencia de la estructura del vehículo? Es una prioridad en la prevención que evita los riesgos y la inseguridad al volante, y en caso de accidente minoriza los efectos de éste y absorbe parte del golpe. Un pequeño desperfecto como la típica «chinita» puede reducir su resistencia hasta en un 70%. En caso de colisión o vuelco, si el techo no se desplaza más de 10 cm., los cristales aguantan y no salen despedidos. ¿Recuerdas el airbag? Su potencia de inflado puede hacer estallar un cristal en mal estado, pudiendo provocar lesiones graves en los ocupantes. Recuerda siempre que el coche es un sistema complejo e intercomunicado. No trates los elementos por separado, sino siempre en su conjunto.
- Cualquier pequeña rotura es capaz de llegar a partir la luna si no se interviene a tiempo. La temperatura de una luna puede variar entre los -15ºC y los 60ºC. Estas variaciones, además de las partículas de agua filtradas por las microfisuras, pueden hacer estallar la luna no sólo con el coche aparcado, sino cuando vas conduciendo.
- Un badén de ciudad puede hacer estallar una luna en mal estado. ¿Te imaginas tener un accidente con una luna así? No lo hagas por el coche, hazlo por ti y por la gente que te acompaña en el vehículo. Recuerda que muchas veces no vas solo.
- Ante los días de invierno, trata de cubrir el cristal con una manta vieja o cartones gruesos. Una disolución de agua con vinagre es un truco casero que suele dar buenos resultados (tres partes de vinagre y una de agua, rociar al aparcar el vehículo a la intemperie). Si el hielo ya ha aparecido, nunca eches agua caliente ni sal. Lo primero puede hacer estallar la luna al instante, y lo segundo puede arañar el cristal, además de causar daños en la pintura del vehículo. Lo mejor siempre es rascar con un objeto de plástico y agua fría con sal diluida (nunca sal por sí sola directamente). Puedes rociar el cristal con alcohol, para facilitar la retirada del hielo. Arranca el motor lo antes posible y conecta la calefacción. En menos de cinco minutos, si sigues estas pautas, podrás circular con normalidad sin que la luna se haya visto comprometida.